Escribe Víctor Manuel Vázquez
![]() |
Mario Vargas Llosa. Foto de www.ediciona.com |
Este
afamado escritor o ilustrísimo
señor Marqués
como se lo menciona en actos protocolares nos hace un recorrido muy
interesante por las sociedades actuales utilizando a la historia como
elemento primordial en el sentido comparativo de las situaciones de
antaño, desde el punto de vista social en cuanto al comportamiento
de las personas; las formas de vida, gustos e intereses. Al principio
nos da un ejemplo del sensacionalismo o como quisiéramos llamarlo,
también amarillismo de sectores de la prensa trayendo a colación el
suicidio de un corredor de bolsa en Nueva York, donde no importaba
la vida o la muerte de la persona en cuestión, ni tampoco el motivo
de su intento de suicidio, sino cuanta sensación causara la
“encarnación
grafica”;
como el mismo lo define, ¿cuántas personas de esta sociedad cada
vez mas banalizada se detendrán a observar como cae un otrora ídolo
financiero? y hasta se podría decir sádicamente en cuantos pedazos
se partiría al caer el infortunado bróker y cuanto salpicaría su
sangre al caer al piso, de este fascinante comentario hecho por “El
marqués” al iniciar lo que el denomino La
civilización del espectáculo
en la que los valores actuales de la sociedad están centradas en la
diversión y de una búsqueda desesperada de escapar del aburrimiento
lo que conlleva por ende a desligarse de las responsabilidades en el
sentido de “el ser ciudadano”.
En
otro momento, este atrayente comentario que hace referencia a los
nuevos valores adquiridos por las sociedades actuales, nos refiere
contextos históricos de cómo fue formándose esta civilización
del espectáculo a
través del auge económico
y por ende
de bienestar de las personas durante la posguerra.
Otro
de los factores que influyó de forma determinante fue la
democratización de la cultura, esto se podría entender como una
visión elitista de parte del autor en un principio, pero más
adelante podríamos llegar a estar de acuerdo con su pensamiento y
visión, ya que la trivialización de la cultura, como el mismo lo
denomina, es una realidad latente en nuestras sociedades actuales
donde se llega a confundir a la alta cultura con superficialidad de
los contenido y lo que es peor se equipara a las artes , la
literatura y la filosofía con desfiles de moda, Chef, y su cocina;
eso como si aquel hombre culto es quien sabe más de los mejores
vino, nuevas tendencias de cómo vestir y qué tipo de alimentos es
bajo en grasa, o como lo llaman magra utilizando el termino light
al propósito
de dicho término que nos proporciona el idioma inglés para referirse
a bajo en calorías también podríamos utilizarlo para hacer mención
de la cultura light o la vida light ; esta bajo en contenido cultural
pero en el sentido de la alta cultura como por ejemplo la literatura
tan solo de entretenimiento como por ejemplo las novelas, con una
calidad paupérrima llevadas al extremo con revistas de farándula;
quedan muy rezagadas las revistas científicas y los interesantes
comentarios y artículos de expertos e intelectuales ,hoy en día
particularmente estamos menos informados que nunca, eso si con mayor
comunicación como nunca en la historia de la humanidad ya sea por la
prensa escrita, internet o la televisión; irónico pero es así.
En
cuanto a las artes que, en su esencia misma es la máxima expresión
humana, se ha llegado hoy en día pensar que cualquier garabato hecho, pintado, sobre lienzo es acaso alguna gran obra de arte, para que
consecuentemente sea expuesta en alguna galería.
Parecería
que mis palabras tienen un sentido discriminatorio, pero es sólo una
forma de expresar el análisis de nuestras sociedades en donde la
masificación de la cultura se ha llevado hasta el extremo de
discriminar y catalogar a los intelectuales de aburridos o
simplemente Nerds poco interesantes o utilizando el vocabulario de la
civilización del espanto, “poco
Fashion”.
La
consecuencia de esa discriminación social hacia la academia, es decir
hacia los intelectuales, ha tenido consecuencias realmente lamentables
ya que el vacío dejado por estos sectores es un alejamiento total de
la alta cultura; porque la sociedad misma se ha encargado de
excluirlos y reemplazarlos; pero de muy mala manera por los
publicistas del escenario en lo que respecta a la vida social.
Visto
está, que la civilización
del espanto
(así pasaré a llamarlo ahora) está dominada por una mediocridad
cada vez más creciente ya que tanto la literatura y como las obras
artística pasaron a ser objetos de mercado en este capitalismo
salvaje. Desde luego ya no se aprecia su valor intangible en lo que
respecta a su contenido, sino la pregunta mágica ¿Qué valor
monetario tiene en el mercado?
Por
otro lado el fenómeno de utilización de drogas por parte de las
masas es realmente agobiante en todos los sectores de la sociedad
esta realidad que se ha extendido principalmente al sector de las
nuevas generaciones, los jóvenes que en la búsqueda de encontrarle
el sentido a la vida y tratando de satisfacer sus ansias de placer y
de encuentro consigo mismos lo único que finalmente hacen es
encontrarse cada vez mas solos y atosigados por un mundo que aún no
termina de entender muy bien.
Lo
mismo ocurre con la separación del erotismo de la pasión que
encendía la llama del amor de dos personas, cuando llegaban a un
encuentro sexual por aquello que hoy está muy lejano de ser
practicado al menos por las masas ya que esto se ha vuelto
lastimosamente comercial y llevado a grandes empresas a generar
multimillonarias ganancias, lo que conocemos como la pornografía en
sus diferentes clases y formas hasta llegar a utilizar lo más
inocente de la humanidad lo niños con la excusa macabra de es “lo
que vende”
Esto
demuestra una vez más como vivimos en una sociedad banalizada y
frívola como lo describe muy ciertamente el autor, como si nuestros
más profundos sentimientos de animalidad estuvieran más liberados
que nunca en la historia, entonces, aquello que, “cuando más
educado es el hombre más deja su condición de ser irracional”
podría estar errado; quien sabe, más que acierto o desacierto
tenemos una tendencia a pensar que en la actualidad el hombre es más
educado como nunca en la historia pero nadie se puso a pensar que el
ser humano esta más alfabetizado, pero no-ilustrado, en el sentido
ideológico y de pensamiento.
Todo
lo antes mencionado son principalmente característica de países en
donde la alta cultura como lo denomina Vargas Llosa ha quedado
rezagada ante la horda bárbara en el sentido histórico por la
civilización del espanto pues bien, que sucede con los países
denominados de tercer mundo aunque es sabido que ya no se utiliza
el término tercer mundo; como es el caso de Paraguay en qué momento
de nuestra historia tuvimos influencia de la clase intelectual en
nuestra sociedad.
Tal
vez en la generación del 900 con un Eligio Ayala o Cecilio Báez
entre otros pero lastimosamente nunca tuvieron el impacto necesario
porque finalmente se reducía a un grupo muy pequeño ya que gran
parte de la población apenas sabía leer y escribir además este
reducido grupo también tendían generalmente a agruparse en sectores
que los hacía tener diferencias muchas veces irreconciliables lo que
debilitaba más aun la posibilidad de que la alta cultura llegara a
la sociedad toda.
Si en nuestro País no se pudo desarrollar ni primariamente a
la cultura de contenido intelectual como nos encontramos ante esta
situación como sociedad, por un lado a la cultura o civilización
del espectáculo con un empobrecimiento a nivel internacional en
cuanto a su contenido y más sabiendo que de una y otra forma
finalmente todo lo que sucede en sociedades más avanzadas lo sabemos
imitar de una manera extraordinaria.
Recordando
también que imitamos sólo lo negativo pero muy pocas veces lo
positivo de estas sociedades
Por
otro lado nuestra cultura todavía paleolítica (la denomino así
por sus características) que no llegó siquiera a conocer el
maravilloso mundo de la alta cultura se encuentra también en
transformaciones y no utilizo degradada ya que algo que no existe no
puede degradarse, refiriéndome a el nivel cultural de la sociedad
paraguaya poniendo solo el ejemplo de que no existe una costumbre de
la lectura, ni siquiera de la literatura de entretenimiento quizás
porque aún poseemos una cultura oral por aquellos que nos gusta
sentarnos en rodas a conversar , en vez de leer y luego discutir
posturas.
Entonces
nos encontramos ante una situación más que pesimista ya que tenemos
la conjunción de dos situaciones degradantes de la alta cultura la
de civilización del espectáculo y la del misérrimo nivel cultural
que poseemos.
Si
a Vargas Llosa le preocupa la calidad del contenido cultural en los
países donde alguna vez existió por ejemplo el periodismo de
contenido serio y objetivo y no es que la prensa se responsable
absoluta de todo lo sucedido; más bien es una víctima de una nueva
generación.
De
la generación centrada en la egolatría cuyo inicio tuvo en la
posguerra y nadie sabe cuándo tendrá su fin. Tal vez con el ocaso
de las redes sociales, ya sea facebook o twitter, en fin esta visión
de las nuevas generaciones a la cual tampoco terminamos de entender
muy bien, si nos denominamos o nativos o inmigrantes.
De
lo que si estamos seguros es que gracias a la liberación de la
cultura y a la democratización de las sociedades podemos sentarnos a
discutir lo bueno o malo que está sucediendo alrededor nuestro y que
incluso quien les habla a través de estas líneas también, es hijo
de esta civilización
del espanto y peor
aun en un país con paupérrimo nivel cultural,
eso sí
tratare en lo posible y en él transcurrir de mi vida de no
aburrirme para no formar parte de este desorden social en la cual
estamos inmersos.
0 comentarios:
Publicar un comentario